La calidad del producto se refiere a la calidad de su función y a su resistencia a lo largo del tiempo. Algunos consumidores atribuyen la calidad al precio, mientras que otros valoran un producto por ser más nuevo o innovador.
La calidad del producto es un marcador importante y altamente competitivo que puede determinar el éxito de su negocio. Averigue porque.
Independientemente de los diversos puntos de vista del público, la calidad del producto es un marcador competitivo para todas las marcas, ya que afecta a las decisiones de compra y a los beneficios de una empresa.
Por qué no debe ignorar la calidad del producto:
1. Etablecer una relación de confianza con sus clientes
Muchas personas creen que las empresas no pueden alcanzar el éxito si no construyen una relación de confianza con sus clientes. Si está pensando en abrir su propio negocio, como un taller mecánico, este es el paso que no puede olvidar.
Este problema puede reflejarse en las ventas potenciales que puede perder una marca por no ser capaz de establecer una conexión profunda con sus clientes potenciales y actuales.
Cuando se gana la confianza y la lealtad de los consumidores, se puede llegar más lejos con el negocio de varias maneras, como aumentando los precios.
La calidad del producto y del servicio, es una forma de hacer que los consumidores aprecien y crean en lo que usted ofrece.
2. Recomendaciones de boca en boca
Una buena proporción de personas confía en las recomendaciones de sus amigos y familiares por encima de cualquier otra forma de publicidad cuando tiene que tomar una decisión de compra. Por eso, cuando se trata de influir en los consumidores, nada es comparable al boca a boca.
Ofrecer una buena experiencia a sus clientes es clave, ya que el boca a boca puede ser un factor persuasivo en las decisiones de compra online y offline.
Al hacer una compra, la gente quiere saber si alguien similar a ellos ha tenido una buena experiencia con un producto. Cuanto mejor sea la calidad del producto que ofrece una empresa, más probabilidades tendrá de generar opiniones y recomendaciones positivas entre los consumidores.
3. Evitar reclamaciones y devoluciones
Se reconoce que las marcas más consolidadas consiguen que sus clientes repitan sus compras. Por lo tanto, dedicar más tiempo y dinero a la mejora inicial de un producto antes de que salga al mercado minimizará las quejas y las devoluciones.
Cuanto más éxito tengan las empresas en deleitar a los clientes durante su experiencia inicial con un producto, más probabilidades habrá de que se conviertan en clientes fieles.
4. Detalle del producto
La calidad del producto se juzga por su aspecto, su tacto y su sonido.
Los colores, las formas, las texturas y las características -como los envases o las bolsas- marcan la diferencia en la experiencia del consumidor y pueden ayudar a que se distinga de la competencia.
Los clientes se fijan y favorecen estos detalles y pueden hacerles comprar o desistir de una compra.
Hoy en día hay tantas opciones de productos similares en el mercado que los atributos y diseños únicos tienen un gran impacto en las decisiones de compra.
5. Producir un mayor rendimiento de la inversión (ROI)
Existe una fuerte asociación positiva entre la calidad y los beneficios.
De hecho, la alta calidad del producto produce un mayor retorno de la inversión (ROI). Un menor número de defectos o fallos se traduce en una reducción de los costes de fabricación y de servicio para la empresa; siempre que estas ganancias superen los gastos de prevención de defectos y fallos, el beneficio aumentará de forma natural.
Las mejoras en el rendimiento, las características u otras dimensiones de la calidad conducen a un aumento de las ventas y del posicionamiento de la marca en el mercado.
La importancia de la calidad de los productos es incuestionable, por lo que mejorar la calidad de los productos aporta numerosos beneficios a cualquier empresa. La correlación positiva entre la calidad del producto y las ventas debería ser razón suficiente para hacer de la calidad una prioridad en su estrategia empresarial.
La confianza, la credibilidad y la lealtad que se derivan de los clientes satisfechos aumentan las ventas y generan recomendaciones positivas sobre un producto (o servicio) y esto también ayuda a su empresa a llegar a nuevos públicos.