Los mecánicos desempeñan un papel fundamental en la conservación de su coche. Pero si quiere cuidarlo al máximo, no sólo por razones de seguridad pero también para asegurar su valor de reventa, hay algunas cosas que debe empezar a hacer (y dejar de hacer).
Es muy fácil dejarse llevar por el piloto automático del día a día y olvidar algunos de los aspectos básicos del mantenimiento preventivo de su coche, pero es importante que tenga en cuenta que esto puede potenciar daños
Si quiere conservar su coche, hay algunos malos hábitos que los mecánicos quieren que deje ya.
7 malos hábitos señalados por los mecánicos
Hay algunos malos hábitos que tenemos con nuestros coches que pueden perjudicar la salud de nuestro coche. Tome nota:
1. Ignorar las luces del panel
A menudo pensamos que podemos ignorar una luz de chequeo del motor, pero la verdad es que al hacerlo, nos arriesgamos a causar daños graves que pueden conducir a altos costos.
Cuando aparezca una luz o un mensaje en el panel de su coche, lleve su vehículo al mecánico lo antes posible.
2. No cuidar el interior del coche
El interior de un coche es un factor importante e incluso puede ser decisivo a la hora de realizar una compra. Al igual que nadie compra un sofá con manchas y agujeros, nadie quiere conducir un coche con un interior visiblemente maltratado.
Aspirar y lavar el coche con regularidad hará que el interior se mantenga armonioso, de esta forma será un punto a favor para cuando desear cambiar su vehículo.
3. Ignorar los ruidos extraños
Ignorar los ruidos es uno de los malos hábitos más señalados por los mecánicos.
Los vehículos en buen estado no emiten ruido. Un sonido agudo, por ejemplo, puede ser señal de un problema en la correa de transmisión. Un sonido metálico puede indicar un fallo de la bomba o de los cojinetes del motor. Los chirridos al frenar pueden indicar un problema grave de frenos, y los chasquidos pueden indicar problemas de suspensión.
Si su vehículo emite alguno de estos sonidos o si escucha algo inusual, no espere y llévelo a revisión.
4. Frenado en los descensos
Siempre que sea posible, frene con el motor del coche en marcha porque, aunque te sientas más seguro al pisar el freno mientras estás en una pendiente descendente, este comportamiento puede provocar un desgaste prematuro de las pastillas de freno.
Cuando las pastillas de freno se calientan, pueden literalmente hacer que el aceite de freno hierva y deje de funcionar por completo. La mejor solución cuando se va cuesta abajo es reducir la marcha y ayudar con el freno.
5. Prosponer el día de revisión
Los modelos de coches más nuevos requieren un mantenimiento periódico.
Si cree que los ingenieros inventaron los cambios de aceite y que los mecánicos recomiendan las revisiones sólo para conseguir dinero, piénselo de nuevo. El mantenimiento es esencial para la vida de su vehículo, incluso si es un coche eléctrico.
6. Lavado del motor
El motor es el corazón de tu coche, y si piensas así, entenderás que hay varias piezas que pueden perderse y causar futuros problemas lavando el motor con mangueras con demasiada presión.
Haga la limpieza del motor con sólo un paño y un cepillo pequeño y olvídese del agua. De hecho, la limpieza del motor no debería ser necesaria y suele hacerse sólo con fines estéticos. A no ser que haya una fuga de aceite, la limpieza del motor sólo será útil si está pensando en vender su coche.
7. Ignorar las manchas en el suelo del garaje
Las grandes manchas de aceite en el lugar donde aparcas el coche son una señal de que algo va mal y de que debes ponerte en contacto con tu taller de reparación de automóviles urgentemente.
Los niveles bajos de líquidos, como el aceite del motor, pueden provocar un sobrecalentamiento y un fallo prematuro del motor, la transmisión y la dirección asistida, y un derrame de aceite de los frenos supone un peligro real para su seguridad.
La mayoría de los fluidos se pueden identificar por su color y textura. El aceite de motor, por ejemplo, es aceitoso y marrón. El líquido refrigerante, en cambio, puede ser verde, amarillo, naranja, rojo o azul y es mucho más fino.
Después de identificar el tipo de fluido en el suelo de su garaje, localice la varilla de medición o el depósito de ese componente y compruebe el nivel de aceite: probablemente estará más bajo de lo que debería. Rellene con el líquido recomendado o, si no sabe cómo hacerlo, póngase en contacto con su mecánico lo antes posible.