El seguro de daños propios, más conocido como seguro a todo riesgo, sigue despertando el interés de los conductores, sobre todo por su amplitud.
Como su nombre indica, este seguro cubre los daños al vehículo asegurado, incluso si el conductor es culpable del accidente de tráfico. Pero hay otras situaciones que se pueden cubrir, como incendios o actos de vandalismo.
Para saber cómo funciona el seguro a todo riesgo y qué situaciones cubre, sigue leyendo.
¿Qué es el Seguro del Automóvil?
El seguro de automóvil es un contrato entre una persona propietaria de un vehículo (por ejemplo, una moto) y una compañía de seguros.
Este documento establece detalladamente todas las condiciones en caso de siniestro, es decir, la cobertura.
¿Para Qué Sirve el Seguro de Automóvil?
La finalidad del seguro de automóvil es proteger a los conductores, ocupantes, vehículos en caso de accidente y cualquier otra cosa que resulte dañada como consecuencia del mismo, como los daños a la vía pública.
Sin embargo, existen otros tipos de seguros que cubren, por ejemplo, el robo o el parabrisas roto.
¿Qué es el Seguro a Todo Riesgo?
El seguro de automóvil a todo riesgo cubre los daños al vehículo asegurado, incluso cuando el conductor es responsable del accidente.
En la práctica, se trata de un conjunto de coberturas que pueden añadirse al seguro obligatorio de responsabilidad civil.
Sin embargo, es importante recordar que ningún seguro es “contra todo riesgo”. Por lo tanto, es más exacto referirse a este tipo de seguro como seguro de daños propios.
¿Que no cubre el seguro a todo riesgo?
Hay situaciones que el seguro a todo riesgo no cubre. Aquí tiene algunos ejemplos:
- Conducción bajo los efectos del alcohol
- Llevar más personas de las permitidas
- Daños causados voluntariamente por el asegurado
- En caso de demora en el pago del seguro
- Accidentes con familiares y vecinos
- Conductores menores de 25 años
- Si el vehículo no tiene la ITV al día
- Carreras legales o ilegales
¿Qué Cubre el Seguro a Todo Riesgo?
Además de la cobertura del seguro a terceros, este tipo de seguro puede proporcionar cobertura en situaciones como:
- Incendio;
- Robo o expoliación (del vehículo o de las ruedas, por ejemplo);
- Actos de vandalismo;
- Fenómenos naturales;
- Rotura aislada de lunas;
- Vuelco, choque y colisión.
¿Qué Diferencia Hay Entre un Seguro a Todo Riesgo y Uno a Terceros?
Mientras que el seguro a terceros sólo cubre los daños causados a terceros y a sus bienes, el seguro a todo riesgo, además de esta cobertura, también cubre al propio conductor y a su vehículo.
¿Cubre Este Seguro a Todo Riesgo la Pérdida Total del Vehículo?
Es posible que el seguro de daños propios cubra la pérdida total del vehículo, es decir, la inutilización del vehículo tras el accidente.
¿Puedo Contratar un Seguro a Todo Riesgo para Coches Antiguos?
Si tiene un coche antiguo y cree que debe protegerlo, puede contratar un seguro de daños propios.
Sin embargo, tenga en cuenta que no todas las aseguradoras aceptan vehículos de más de 10 años para el seguro de daños propios.
¿Cuándo Tengo Derecho a un Coche de Sustitución?
Si sólo tiene un seguro a terceros o si se trata de un seguro muy básico, lo más probable es que no tenga derecho a un coche de sustitución. Sin embargo, esto varía según la aseguradora y el tipo de póliza contratada.
Antes de contratar un seguro, debe comprobar las condiciones descritas en la póliza.
¿Cuánto Cuesta el Seguro de Coche a Todo Riesgo?
El precio del seguro a todo riesgo varía de una aseguradora a otra. En general, las cuotas mensuales empiezan a partir de 700€ euros. Sin embargo, los principales factores que influirán en el importe que pagues son:
- Coberturas adicionales contratadas;
- Características del asegurado (por ejemplo, la edad, si es un conductor novel o no, su historial como conductor y cliente);
- Características del vehículo a asegurar, especialmente su antigüedad y valor;
- Tipo de franquicia a contratar (cuanto menor sea la franquicia, mayor será el valor final de la póliza).
En general, casi todas las aseguradoras ofrecen soluciones de seguros de daños propios, con características y condiciones específicas.
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